Mundanidad

Todo el día ha pasado lento, pacientes por la mañana, revisiones de caso por la tarde. El desayuno y la comida del día. Hoy pensé en ti, en cuanto tiempo llevaba sin escribir-nos- en este espacio de reflexión. Y me alegra tanto que al fin accionará a retomarlo acá, ya hacía tiempo que lo había prometido, sin embargo no encontraba las ganas, ni siquiera en libretas.

Quiero contarte todo lo que ha pasado, pero de alguna manera ya tienes tú versión de los hechos, esa en dónde durante algún tiempo no eras responsable de lo que hacías, dónde el auto descubrimiento de tu sexualidad inicio a través de personas que ya no estarán.

Curioso, he tenido ganas de reelerte entre algunos momentos libres, la otra vez lo intenté y te odie. 

¿Cómo pudiste hacernos esto? ¡Claro que aprendiste un chingó, pero tú eras esa que decía que era mejor aprender observando a los demás, ¡chingados!! Fue terrible la agresiva estupidez con que identificabas una cosa y decidias ignorar las demás.

En fin todo va mejor, cómo te explicaba antes, pero bueno hoy es domingo y como decidimos reconectar con aquella vida espiritual hay que cumplir el cometido, hay que reconstruir los pedazos dispersos.