Darlo todo por perdido

Nuevamente frente al computador, 

bebiendo, el cuaderno de anotaciones que lleva ya dos años conmigo.

Dos años de darlo, ¿todo?

tener miedo y; darlo por perdido.

Esto no es nuevo, me he hastiado de suponer, leer, escribir, reescribir.

¿Cuál ha sido el centro de todo esto? ¿El origen?

Si es que lo tuvo,

¿era el objetivo que todos persiguen?,

me apropie de ese centro.


Careciamos de unidad tangible, sobraban los objetivos aparentes, el origen es difuso, 

tal simulacro dónde la memoria corporal funciona, 

como no queriendolo hacer,

apesar del tremular de los pensamientos, el aislamiento y claro,la covid-19.


Al paso de los meses (que parecen un instante) 

se borran a su paso..

la memoria corporal

las motivaciones que perseguian un centro que no le pertenecía,

en otro lado, se acumula el sentido de no-.pertenencía.


Percibo que el tiempo pasa más rápido, más frágil,

Foto tomada de Pinterest.

los autoreproches se vuelven cada vez más inecesarios, inocuos.

Un extenso mensaje de alguien que reafirmó,

que sí,

no hay segundas oportunidades,

los errores pasados, han dejado una marca visible,

de esas que pese su cicatrización 

se sienten de vez en cuando,

mediante una comezón de picor tanto incómodo,

necesario para no olvidar, qué este dolor existe para darlo todo por perdido








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